Para las parejas que prefieren un Ibiza más tranquilo, la llegada del otoño es el momento ideal para un viaje sereno y pausado en pareja. En una casa tradicional frente al mar, el restaurante Can Vella se consolida como uno de los restaurantes imprescindibles de la temporada: una oda al producto local, la cocina de raíz mediterránea y el fuego de encina. Una propuesta pensada para disfrutar sin prisa, en sintonía con el paisaje, el sabor y la calma que define el verdadero otoño balear.

Situado en el paseo marítimo de Santa Eulalia del Rio, su cocina gira en torno a una brasa viva alimentada con leña de encina y naranjo, donde carnes maduradas, pescados salvajes y vegetales de la huerta local encuentran su mejor expresión. El otoño llega con platos que reconfortan el alma: un arroz negro de calamar a la brasa, profundo y sedoso; un tataki de vaca vieja sobre arroz meloso, o un bogavante nacional con huevos fritos y panaderas, que convierte la tradición en puro lujo gastronómico.
La brasa de encina vuelve a ser protagonista, potenciando el sabor natural del pescado y aportando ese matiz ahumado tan característico. Entre las propuestas más demandadas, destacan el lomo de lubina a la brasa y la dorada entera, ambas acompañadas de patatas panaderas elaboradas en aceite de ajos tiernos. Completan la oferta platos como los mejillones a la brasa o a la marinera, cargados de sabor y jugosidad, el pulpo a la brasa y el irresistible gambón al ajillo.

La sección de carnes a la parrilla rinde culto a los cortes nobles, con propuestas como la entraña de añojo o la entraña de wagyu, intensas y jugosas, hasta clásicos como las chuletitas de cordero lechal con patatas fritas y pimientos de padrón. Además cuentan con cortes de altísima calidad como el cañón de vaca vieja madurado 80 días, el T-bone de vaca frisona madurado 45 días o el lomo bajo premium de Angus nacional con 150 días.

Además, ofrece un menú semanal de mediodía (22,50 €) que mantiene la misma filosofía de calidad y producto, ideal para saborear el sabor de la isla con una propuesta ágil y accesible.
Podéis reservar mesa en Can Vella AQUÍ. Y si visitáis esta zona en fin de semana, antes o después de comer podéis también visitar el animado y curioso mercadillo hippy de Las Dalias, situado a tan solo 8 minutos en coche. Y, por supuesto, no os podéis perder Puig de Missa, un idílico conjunto arquitectónico en blanco impoluto en las alturas que cuenta con una iglesia fortificada del siglo XVI.